Alfa Romeo Giulia Veloce 2022, conducimos una berlina pasional

Cuando hablamos de la passion por conducir, más allá del mítico anuncio publicitario que se hizo famoso gracias a un fabricante alemán, existen otras opciones para clientes terrenales, que no disponen de lasolvencia para adquirir un superdeportivo.gloria, después de un profundo proceso de renovación de su gama de productos. En este sentido, el Giulia es uno de los pilares fundamentales de la marca.

La versión que probamos reúne las cualidades indispensables para una buena berlina deportiva: motor potente, dimensiones contenidas, tracción a las cuatro ruedas y, en nuestro caso, un cambio automático de ocho velocidades, que no desentona con el conjunto. Junto con el apellido 'Veloce', tenemos uno de los Giulia más apetecibles de la gama... a excepción del Quadrifoglio, claro está.

510 CV de potencia procedente de su motor 2.9 biturbo. En nuestro caso, las cifras son ligeramente más modestas: 210 CV desarrollados por un mecánico turbodiésel 2.2 JTD de cuatro cilindros.

En cualquier caso, habrás notado que la presencia de este Giulia Veloce es la de esos coches que hacen girar las cabezas de los peatones, cuando se cruzan con él. En los márgenes de las líneas de la carrocería, este es un Alfa Romeo macizo (sin coste) es como un imán que atrae todas las miradas. Si optásemos por el rojo Etna metalizado (3.773 euros), el efecto se multiplicaría por cien.

Otros detalles estéticos que refuerzan la personalidad atlética del vehículo son las llantas de amplificación de 19 pulgadas, con el diseño típico de la casa, con cinco grandes circunferencias, que dejan al descubierto las pinzas de freno en color amarillo, al tiempo que ayudan a un frigorífico el sistema de frenos de una forma eficaz.

Hablamos de las dimensiones y el Giulia, with 4.65 metros de longitud, por 1.86 de ancho, destaca frente a la compencia por ser ligeramente más compacto.

Por su parte, la distancia entre ejes de 2,82 metros, lo que asegura una agilidad óptima, que no se constata nada más ponernos en marcha valor bastante razonable, dada su 'alma' deportiva.

Pero este Giulia esconde otra serie de características, que no están a la vista, pero que son iguales de importantes, para entender la dimensión deportiva, en su conjunto, que ofrece la berlina italiana.

Por ejemplo, la puesta a punto de su chasis, uno de los mayores de la categoría, sin duda. Como minimo, tan eficaz como el de sus rivales alemanes. (el chasis del Giulia Quadrifoglio es, estructuralmente, igual, pero cuenta con una serie de refuerzos específicos que lo hacen diferente).

Tampoco debemos pasar por alto la puesta a punto de la suspensión, con un tarado firme, poco 'tragón', que requiere un breve período de adaptación por parte de nuestra forma de conducir, especialmente en ciudad.

Una vez que nos alejamos de ella, si no circulamos por asfalto muy roto, el Giulia se convierte en una 'locomotora' de montaña, con una voracidad por engullir curvas asombrosas.

Otro de los aspectos a destacar, y no quiero sonar pretencioso, es la facilidad con la que se conduce este Alfa Romeo Giulia Veloce Aquí también juega un papel fundamental el buen trabajo de la tracción integral Q4, que consigue 'pegar' el coche al asfalto , y el 99% de las ocasiones.

Está interesado en una versión derivada de Alfa Romeo que ofrece el Veloce con turbocompresores mecánicos: un motor de gasolina 2.0T de 280 CV y ​​sin turbodiésel, 2.2 JTD de 210 CV, cambio automático con convertidor de par y 8 velocidades.

La opción alimentada por gasóleo declaró una velocidad máxima de 235 km/h, junto con una aceleración de 0 a 100 km/h de 6,6 s, unos valores que dejan constancia de la capacidad del modelo italiano.

Una agilidad que no está reñida con un exceso de consumo de carburante, como demuestra los 5,5 litros cada 100 kilómetros que declara oficialmente (WLTP) y que en condiciones reales de uso, están en 6,5 litros, escalando hasta los 8,0 o 9,0 litros cada 100 kilómetros si examinó los límites de la mecánica.

En el plano dinámico, conducir el Giulia Veloce es una delicia 'alma', incapaz de transmitir emociones al director. Como mandan los cánones, un deportivo debe correr, frenar e inscribirse bien en las curvas... y eso lo hace sobradamente bien el Giulia Veloce.

El spicadero luce un diseño familiar en los modelos de la marca italiana, destacando la instrumentación de moda junto con una pantalla digital, además de la pantalla del sistema de infoentretimiento de 9,0 pulgadas.

Las levas para manejar el cambio automático, de gran tamaño y acabado metálico, o el botón de puesta en marcha del moto, integran en el volante multifunción, refuerzan esa vertiente 'racing' palpable en el habitáculo del Giulia.

Los asiáticos delanteros recogen el cuerpo con mimo ya pesar de su diseño, son bastante cómodos, otro aspecto más que nos seducirá a conducir este Giulia Veloce durante largas tiradas. Y como buen vehículo moderno, gracias al control dinámico de la conducción 'Alfa DNA', el Conductor puede seleccionar uno de los tres modos disponibles, para ajustar los parámetros del vehículo al tipo de conducción que desea realizar.

Por último, antes de concluir, también debemos destacar el equipamiento tecnológico completo que acompaña al vehículo transalpino, con numerosas ayudas a la conducción (ADAS) incluidas de serie y la posibilidad de añadir, en opción otras, como la detección del sistema de reconocimiento de ángulo de señales de tráfico.

Con material de conexión, el Giulia Veloce reconoce los protocolos Apple CarPlay y Android Auto, cargador de móvil integrado, sistema de navegación 3D Alfa Connect, varios dispositivos USB y sonda DAB digital con radio integrada.

Todo ello, desde los 58.200 euros sin descuentos del fabricante, para disfrutar de una de las berlinas deportivas más equilibradas de la actualidad.